Casa de San Brás da Torre, incluyendo la capilla, el jardín y la selva.
Sobre la Finca de San Brás da Torre se sabe que fue "emplazada" por tres vidas a los bisabuelos de Lourença Gonçalves, cuyo matrimonio con António Jácome ocurrió en 1636 (NÓBREGA, 1972). La unión de la propiedad a esta familia puede haber sido establecida en el siglo XVI, pero su designación evoca la existencia de una antigua torre, ciertamente en la época medieval, y mientras tanto desaparecida (cf. Processo de Classificação, IPPAR/DRP).
El edificio que hoy se conoce es una reconstrucción del siglo XVIII, que integra elementos anteriores y fue, más tarde, objeto de otras intervenciones.
Además del edificio principal, la propiedad incluye aún otras dependencias de cariz agrícola, destacándose los graneros.