El antiguo convento do Salvador fue fundado por el Arzobispo Don Fray Agostinho de Jesus. La primera piedra del nuevo edificio fue lanzada en 1595, y en 1604 cuando la iglesia y algunas de las dependencias conventuales se encontraban parcialmente levantadas. (OLIVEIRA, 1999, p. 115).
Si el exterior se define por la depuración arquitectónica y decorativa, el interior se destaca por los múltiples elementos de talla, azulejo y pintura, que convergen en la creación de un espacio barroco profundamente sensorial.