Catedral (Sé) de Braga, comprendiendo los túmulos del Conde Don Enrique y Dona Teresa, del Infante Don Alfonso y del arzobispo Don Gonçalo Pereira.
Las obras de la actual Catedral de Braga empezaron durante el episcopado de Don Pedro (obispo de Braga de 1070 a 1093), que concibió un proyecto de peregrinación algo similar al de San tiago de Compostela y de otras iglesias de peregrinación francesas, con tres naves, transepto saliente, cabecera y deambulatorio.
La fachada principal fue sustancialmente transformada en los siglos XV y XVIII, perteneciendo al primero de estos momentos a galilea. El interior de la Sé mantiene un lejano carácter medieval.
En la planta baja de la torre del lado Sur se conserva el túmulo del Infante Don Alfonso, del siglo XV y protegido por baldaquino.
La Capilla de la Gloria es la más antigua y data del siglo XIV. Fue mandada construir por el arzobispo Don Gonçalo Pereira, que ahí está sepultado, al centro de la capilla, en un túmulo gótico de máxima importancia para la historia de la tumularia medieval portuguesa por las analogías que presenta en relación al túmulo de la Reina Santa, en Coimbra.