El crucero de Tibães se levanta ante el Monasterio del mismo nombre, en el amplio espacio para donde se disponen las fachadas del templo y complejo conventual, integrado en la cerca, y rodeado por árboles de grande porte. No se sabiendo con precisión la fecha de su factura, es evidente tratarse de una construcción clásica de concepción bastante erudita; una de sus particularidades reside en el hecho de ser idéntico a los cruceros bracarenses de Santa na y del Campo das Hortas, y especialmente a este último.