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En el último cuarto del siglo XVII Lourenço Fernandes da Silva, capitán de ordenanzas del monasterio en la época, mandó reestructurar y ampliar la vieja casa de la Mainha.  Fue entonces edificado el solar manierista existente actualmente, de planta rectangular, cuyo ritmo de las fachadas es marcado por la abertura de las fenestraciones a espacios regulares. 
La fachada principal se sitúa en uno de las cumbres de la casa, con puerta de entrada de moldura recta precedida por escalinata de un tramo, con pasamanos de volutas. Es delimitada por pilastras en las esquinas, y en el alineamiento de los cuales fueron colocados dos pináculos. La fachada posterior es precedida también por escalinata, abre para un porche, con un balcón de invierno encristalado. Una de las fachadas laterales posee un curioso palomar, edificado en el siglo XVIII, bien como un porche y balcón con guarda de rotulas de madera. 
El espacio interior obedece a la división funcional de las casas señoriales del siglo XVII, el piso bajo destinado a las dependencias del servicio, el piso superior reservado para las salas nobles, que en la Casa de la Mainha intercomunican entre ellas.  Se destaca, aún, el oratorio privativo de la casa, construido en 1804 (FERREIRA, Afonso Costa, 1980), con un retablo de madera. En el espacio de la cerca de la casa existe aún un jardín de boj, plantado en el siglo XVII.