
Cluj-Napoca es la segunda ciudad más poblada de Rumania, después de la capital Bucarest. Situada en el Noreste del país, se encuentra a 324 kilómetros de Bucarest y 351 km de Budapest, en Hungría. Cluj es considerada la capital histórica de de la provincia Transilvania y entre 1790 y 1848, así como entre 1861 y 1867 fue la capital oficial del Gran Principado de Transilvania.
La ciudad es uno de los principales centros universitarios, culturales, industriales y comerciales del país. La universidad más grande de Rumania, la Universidad Babes-Bolyai está ubicada en esta ciudad, así como el mayor banco privado, la Banca Transilvania y empresas como Farmec, Jolidon y la cervecería Ursus. De acuerdo con la revista estadounidense Information Week, Cluj-Napoca se está rápidamente convirtiendo en la tecno-polis de Rumania. Cluj es también un importante centro de comercio regional.
El turismo en la ciudad también ha aumentado en los últimos años, con un aumento significativo de instalaciones y turistas, especialmente de países como Hungría, Italia, Alemania, Austria, Francia y Estados Unidos.
La vida cultural y artística es muy diversa, habiendo crecido enormemente en los últimos años. Tiene una ciudad medieval, donde se destaca La Iglesia de San Miguel. Otros lugares importantes de la ciudad son la Catedral de la Dormición de la Theotokos, la estatua ecuestre de Matthias Corvinus, el Parque Central, el Palacio de Justicia, el Museo Nacional de Arte o el Teatro Nacional Lucian Blaga.
La historia de la ciudad data de los tiempos del Imperio Romano, siendo que el Emperador Trajano fundó Napoca en su reinado, convirtiéndola en capital de la provincia de Dacia Porolissense. Más tarde fue abandonada por los romanos y solamente volvió a ser relevante en la Edad Media con la conquista de Transilvania por los magiares. En 1316 recibió el estatus de ciudad. A finales del siglo XVII, Cluj se convirtió en parte de la Monarquía de los Habsburgo, y más tarde también fue ocupada por el Imperio Otomano. En el siglo XIX, Cluj fue un importante centro de la revolución húngara contra el Imperio Austrohúngaro. El pueblo rumano ha sido siempre condenado al ostracismo dentro del imperio, obligando al independentismo, que culminó después de la Primera Guerra Mundial con la integración de la región de Transilvania en el Reino de Rumania. Cluj fue también uno de los escenarios de la revuelta de la población rumana en la revolución de 1989. En la última década la ciudad ha prosperado, tanto en términos económicos como demográficos.