Saltar para o conteúdo (tecla de atalho 1)

Conocer | Etnografía y Tradición | Leyendas, Cuentos y Mitos | Leyenda de San Longinos

Braga es una de las ciudades portuguesas más antiguas y una de las ciudades cristianas más antiguas del mundo; fundada en la época romana como Bracara Augusta, cuenta con más de 2000 años de Historia como ciudad.

Al largo de los siglos han surgido algunas Leyendas, Cuentos y Mitos relacionados con la Ciudad. Aquí puede consultar la explicación de algunas de ellas.

Leyenda de San Longinos

Existe una curiosa tradición en Braga en las Festividades de San Juan que involucra la estatua de San Longinos y el del Bom Jesus do Monte. En esta época, algunas chicas solteras caminan alrededor de la estatua de granito, profiriendo oraciones, con el fin de acelerar su matrimonio. Según una antigua leyenda local, n agricultor muy rico llamado “Longuinhos” (Longinos) vivía en los alrededores de la ciudad, cerca del Bom Jesus. Soltero y recatado, era estimado por todos en la comunidad. Las chicas solteras no le eran indiferentes, ya que consideraban que él era un buen partido, pero ninguna lo impresionaba particularmente.

Cierto día, Longinos se enamoró de una chica llamada “Rosinha” (Rosita) y consideró que había llegado el momento de compartir su fortuna. Con ese fin, descubrió quién era el padre de ella y se reunió con él, se identificando y informando de sus intenciones: pedir la mano de su hija en matrimonio. Pero su padre era un negociador duro, y sólo cedió cuando Longinos le prometió una pensión.

Pedro, el padre de Rosinha, la llamó para informar que Longinos había pedido su mano en matrimonio y que él, como padre, había concordado. La chica se puso lívido porque ella amaba a otro chico llamado Arturo, y delante del altar de Bom Jesus, había prometido casarse con él. El anciano, con miedo de perder el trato hecho, armó tal escándalo que la hija, aterrada, le dice que se casaba con Longinos. Tremendo y llorando, se alejó de su padre y se recogió a su habitación, donde empezó a rezar, orando a San Juan. Repentinamente, oye una voz dentro de ella diciéndole para tranquilizarse, que todo se resolvería.

La voz era de San Juan que entonces se dirigió a Longinos, que también se encontraba meditando. Hablando con el agricultor, San Juan argumentó que si Longinos era tan su amigo no sería capaz de arruinar la felicidad de los dos jóvenes que tanto se amaban. También mencionó a Longinos la forma desastrosa como había hablado con el padre de Rosinha, tentándolo con el dinero.

Entonces Longinos entendió y se dio cuenta que, si la chica amaba otro y era correspondida, él no tenía derecho de destruir la felicidad de los jóvenes. Así lo dice al santo, se mostró muy satisfecho, y dice todavía:

"- Si me das tu consentimiento, San Juan, yo mismo seré el padrino del matrimonio. Sé que necesitan de un buen comienzo de vida y yo me encargaré de eso. En relación a mi amor, ¡voy entretenerlo hasta desvanecer!"

El santo luego corrió a avisar a la chica para preparar la boda con Arturo, ya que le había conseguido un buen padrino. El viejo Pedro fue quien perdió más, pero se consoló como pudo.

  • fundo #1
  • fundo #2
  • fundo #3
  • fundo #4
  • fundo #5