La Ciudad de Braga ofrece a los visitantes una gastronomía muy rica, apetitosa y variada, de acuerdo con la tradición de varias generaciones. El bacalao es sin duda el plato favorito. La diversidad del paisaje natural y de las influencias de otros pueblos sufridas al largo de varios siglos son elementos que explican la multitud de especialidades gastronómicas.
El arte culinario en Braga es famoso no sólo por la variedad de menús, pero especialmente por el cuidado y frescura durante la confección de los platos.
Bajo la influencia de la religiosidad de la ciudad y habiendo una continua práctica de la Cuaresma, se cumplían religiosamente los periodos de abstinencia, lo que ha motivado la creación de múltiples maneras de cocinar el bacalao.
De las muchas recetas podemos destacar el Bacalao “à Narcisa”, o mejor diciendo "à Eusébia", emérita cocinera del restaurante Narcisa que murió en 1972. Este plato hoy es también conocido como “Bacalhau à Braga” (bacalao de Braga), siendo una plusvalía en la promoción gastronómica de toda la región.
El famoso vino verde de la región, blanco o rojo, acompaña fabulosamente cualquier plato.
La confitería y los dulces de Braga tienen una originalidad y refinamiento espléndidos, incluyendo el pudín Abad de Priscos, los dulces de las peregrinaciones y los bizcochos secos para acompañar el té, así como otras especialidades ricas de larga tradición monástica y popular.
